y se abren las del olvido.
Como si observase a través de una mirilla,
veo tus pisadas,
alejándose de mi.
Vigilo ansiosa,
escuchando la música
que dejas atrás, al caminar.
Soy mortal.
Tú,
tú me descubres
lo que no sé
lo que no pensé jamás
lo que creía inmutable;
lo que creía eterno;
inmortal.
De niños jugábamos ingenuos
y mirábamos a través de las mirillas
de los viejos del vecindario.
Ahora, desde el otro lado, y
de puerta en puerta,
culpable,
mortal,
sola,
te observo marchar....
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